sábado, 21 de noviembre de 2009
UN PAYASO EN UNA MICRO
Un pasajero de la vida.
Ni risas y acrobacias ni chistes ni caídas engañosas. Sólo sentado en una micro.
Fuera del mundo de no pasajeros, con malabares invisibles a mentes ausentes,
pasando por la vida en una micro, sentado como un payaso mirón.
Nadie se ríe de ti en la micro, todos no pasajeros mirando nucas.
Ni espectáculo ni asombro de vivir, aguantando baches y olores urbanos,
durmiendo sin sueños, tocando al otro sin querer tocar,
respirando por respirar, mirando por mirar. Todos no pasajeros.
Todavía existen payasos en las micros,
todavía te disfrazas de alegría, de colores brillantes y ropajes agrandados,
con corbatas gigantes y sombrero de copa.
Sin hablar con voces chifladas, sin chistes ni caídas engañosas.
Sólo andas sentado en la micro de pasajero por la vida.
¿Has visto llover en la pampa?
Con olor a tierra mojada que exuda el alma de la tierra
Con colores fuertes que refrescan las imágenes de ti.
Con flores salvajes de pampa, con hojas nuevas de pampa… y el viento.
El viento que huye de la lluvia,
Para acompañar la soledad de ti.
Viento fuerte que limpia, viento que eriza, viento que quema.
Viento de pampa que acompaña la tarde.
Viento recorriendo caminos largos de pampa,
Caminos solos en horizontes perdidos que llegan al sol.
Viento compañero, viento amigo, viento tierno que acaricia mi piel.
Viento artista, dibujante de nubes, artista de Dios.
Nubes de pampa, en dimensiones amerengadas y dulce a la vista.
Olas de nieve pintadas por Dios, olas de nubes colgadas por Dios.
Pampa de amor, como te extraño mi pampa llena de luz.
¿Has visto llover en la pampa?
Refresca tu alma…